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Carta
Querido Amigo: Bueno, hoy es un lindo día soleado
y con una temperatura muy agradable, te estás por
levantar pero como siempre te quedás 5 minutos
más haciendo fiaquita en tu cama. Por fin te levantás
y espero atentamente que hables conmigo, pero claro
esos 5 minutos de fiaca te retrasaron y luego del
desayuno estás muy apurado para llegar al cole. Te
veo en ese ratito... los 15 minutos de viaje hasta el cole
para que hables conmigo pero no, estás repasando
para la prueba de la primera hora y la verdad es que
mucho no sabés así que mejor estudiá... yo te entiendo,
el día es largo y no va a faltar oportunidad para
que hablemos un rato. El día fue duro y llegás a casa
cansado, entrás a tu cuarto y te tirás en la cama, haces
un pequeño suspiro de relajación y este sí es el momento
justo para que hablemos de todo este largo día que
te regalé. Pero tan sólo un momentito y... (ring ring)
suena el teléfono, un amigo tuyo con ganas de hablar
con vos, y bueno... hay que dedicarle tiempo a los amigos,
no? Pero bueno yo puedo esperar un rato más. Cortás
el teléfono y sigo esperando con muchas ganas de
recibirte pero no otra vez, te conectás a internet y le das
al msn dos horas seguidas hasta que tu familia te llama
a cenar. Apagás la compu y en la cena lo mismo de
siempre: ¿cuándo vas a ayudar? ¿estudiaste? “te la pasas
de joda y no te importa nada”.Luego de un rosario
(no conmigo) si no de reproches y preguntas de la familia
te vas a tu cuarto, y... bueh ahora sí me toca a mí, pero
no estudiaste para mañana y te pasás toda la noche en
vela estudiando para que te vaya bien, apagás la luz del
escritorio y te dirigís a tu cama (bendita cama) y lógico
caes muerto después de este largo día. Bueno ahora estas durmiendo profundamente
así que no te preocupes si hoy no
pudimos hablar, mañana será otro día
y podremos hablar un ratito, así que... te espero. Que sueñes con los angelitos!!!!! Yo te protejo... Te quiero mucho. DIOS…
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